Es tiempo de árboles en la CDMX
- Redaccion

- 27 jun
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Declaran árboles de la ciudad como patrimonio natural y lanzan iniciativa para crear un catálogo de árboles patrimoniales de la capital.
Un ahuehuete de más de 700 años de antigüedad, ubicado en el atrio de la parroquia de Santa Catarina Mártir, en la alcaldía Azcapotzalco, un laurel de la India en Benito Juárez y otros diez árboles más, acaban de ser declarado como Patrimonio Natural de la Ciudad de México, una deuda que se tenía no solo con la biodiversidad de la ciudad, sino también con numerosas personas dedicadas al cuidado arbóreo.
“Los árboles nos dan oxígeno, sombra y son testigos de la historia. No son ornamento ni lujo: son vida. Este ahuehuete tiene la misma cantidad de años que la ciudad de Tenochtitlán, en otros lugares, en pueblos originarios, en barrios, también hay árboles que debemos conmemorar”, expresó la jefa de Gobierno, Clara Brugada en el evento de declaratoria.

En total, se declararon 12 árboles como Patrimonio Natural de la Ciudad de México, que incluyen 10 ahuehuetes monumentales (ubicados en Cuauhtémoc, Azcapotzalco, Coyoacán, Miguel Hidalgo y Xochimilco), un laurel de la India en Benito Juárez y un fresno en Coyoacán.
La celebración se realizó en el marco del Día Mundial del Árbol (28 de junio), evento en el que la Jefa de Gobierno anunció un plan estratégico de protección y conservación del arbolado urbano, que comenzará con un censo diagnóstico para conocer el estado físico de los árboles de la ciudad, identificar cuáles requieren mantenimiento y cuáles representan un riesgo, así como fortalecer acciones de reforestación y fomentar la infraestructura verde como medida de resiliencia ecológica.
Otra acción es la convocatoria “Guardianes del Tiempo”, un llamado a la ciudadanía para reconocer y proteger a aquellos árboles excepcionales que, por sus características, representan un valioso legado ambiental, histórico, cultural o simbólico para nuestra capital como testigos vivos de nuestra historia colectiva.

Esta iniciativa, llevada a cabo por la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA), busca identificar ejemplares arbóreos ubicados en espacios públicos de cualquiera de las 16 alcaldías, deberán tener una altura de 20 metros o más y contar con una edad aproximada de 100 años o más y cumplir con uno o más de los siguientes criterios:
1. Origen biogeográfico significativo: Corresponde a especies nativas, que forman parte de las comunidades naturales del territorio mexicano y están adaptadas a las condiciones ecológicas locales, o bien a especies endémicas, cuya distribución está restringida a una región geográfica específica.
2. Forma o estructura inusual: Exhiben un crecimiento singular, ya sea natural o resultado de intervenciones humanas como podas, injertos o adaptación al entorno urbano.
3. Valor ecológico: Aportan significativamente a los servicios ecosistémicos, funcionan como refugio de biodiversidad y pueden albergar especies protegidas o de interés comunitario.
4. Importancia paisajística: Destacan por su capacidad para dominar visualmente el paisaje urbano o barrial, fungiendo como referentes geográficos o contribuyendo al carácter escénico del entorno.
5. Vínculo histórico, cultural o simbólico: Se asocian a hechos relevantes, personajes históricos, relatos orales, celebraciones tradicionales o prácticas comunitarias.
6. Rareza botánica: Pertenecen a especies poco comunes en la ciudad, ya sea por su escasa presencia, distribución restringida o interés científico.
7. Valor educativo o científico: Poseen un alto potencial para ser utilizados en procesos de educación ambiental, investigación, o divulgación del conocimiento ecológico e histórico.
La convocatoria está abierta hasta el 31 de diciembre y puede participar cualquier persona interesada en contribuir a la conservación del arbolado urbano. No es necesario contar con conocimientos técnicos o formación especializada, basta con reconocer el valor de un árbol en su entorno y querer compartir su historia.
Una vez concluida esta fase, la SEDEMA llevará a cabo un proceso técnico y jurídico para evaluar las propuestas. De enero a marzo de 2026 se realizará una revisión documental, así como visitas de inspección a campo.
Posteriormente, de abril a junio del mismo año, se promoverá la declaratoria oficial de los árboles seleccionados ante la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, conforme a lo establecido en la Ley de Patrimonio Cultural, Natural y Biocultural.
Los árboles reconocidos como patrimoniales serán incluidos en un mapa interactivo y contarán con fichas informativas disponibles al público.






















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